Descripción
El autor nos muestra la importancia que es saber expresarse para poder captar la esencia del mensaje que se quiere transmitir. Poniendo el ejemplo de Moisés cuando Dios lo llamó la excusa de este fue que era tartamudo, pero no existe impedimento cuando Dios va hablar a través de ti. Una persona que se pare en el púlpito debe de estar preparado espiritual y emocionalmente ya que conlleva una gran responsabilidad sea hablar de la palabra de Dios o realizar otra actividad cristiana delante de un grupo de personas.
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